En marzo fuimos testigos del acoso que tuvo la periodista estadounidense Andrea Noel, en el cual mientras caminaba por la calle un hombre desconocido se dirigió a ella de inmediato para levantarle la falda y bajarle los calzones en plena vía pública y sin su consentimiento mientras él grababa.
Pues resulta que está práctica tiene nombre, y es sharking, una moda en sitios pornográficos que surgió hace 10 años en Japón. Se trata básicamente de grabar en lugares públicos diversos actos de acoso a las mujeres, desde bajarles sus faldas hasta grabar de bajo de ellas sin que se den cuenta.
Lleva este nombre porque representa un acecho como el de un tiburón -shark- y es el porno más consumido en Japón y actualmente en México ha comenzado a producir un gran número de registros, comenzando adoptar un gran número de seguidores.
En México los lugares más comunes donde se han llevado a cabo estos acosos son en baño públicos, vestidores, el metro, tiendas de abarrotes y avenidas principales. Se tratan de cientos de vídeos con más de 140 mil vistas y que amenazan en ir en aumento.
En una investigación hecha por El Universal también se encontró un video llamado: “reportera Alinne Maldonado faldita en Feria del libro Toluca”, en donde se graba de bajo de la falda a la comunicadora mientras está realizando entrevistas.
En fin, podríamos continuar con más ejemplos o justificaciones referentes a qué es el “sharking”, pero lo más importante es resaltar que esto representa un acoso y que actualmente no existen normas que regularicen archivos de este estilo en internet. En Japón se sabe que la mayoría de estos vídeos son actuados y con el consentimiento de la mujer -aunque los enfermos nunca sobran-, pero en México comienza a ser una moda voyerista que si se sigue consumiendo será difícil controlar y castigar.
A decir verdad actuar de forma legal en este tipo de hechos es un tanto difícil, pero de acuerdo a la Coordinación para la Prevención de Delitos Electrónicos, perteneciente a la División Científica de la Policía Federal explica que para levantar una denuncia al Ministerio Público (MP) en estos casos es un tanto difícil teniendo en cuenta que el internet mantiene conexiones internacionales, por lo que sería necesario que el proveedor del sitio pornográfico coopere con las autoridades además de que se requieren pruebas digitales de que se trata de pornografía voyerista, lo cual es casi imposible de obtener.
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